¿Quiénes son My Melody y Kuromi?
Antes de hablar de dibujos para colorear, vale la pena conocer quiénes son estas dos figuras.
My Melody apareció por primera vez en 1975. Es una pequeña conejita blanca con capucha rosa, inspirada en Caperucita Roja. Dulce, tranquila y tradicionalmente femenina, tiene una vibra tierna que encanta principalmente a los amantes de lo kawaii.
Por otro lado, Kuromi llegó mucho después, en 2005. Es una especie de “antiMy Melody”. Aunque también es una conejita, se viste de negro con un gorro con calavera rosa. Tiene una personalidad traviesa, incluso algo punk. Pero eso no la hace malvada. Su actitud simplemente es opuesta a la de su contraparte angelical.
Juntas, representan dos caras de una misma moneda: lo dulce y lo rebelde. Esa dualidad es parte de su atractivo visual y emocional.
El auge de my melody y kuromi para colorear
Con el boom del contenido kawaii —el estilo japonés tierno y exageradamente bonito— estos personajes resurgieron con fuerza fuera de Japón. Verlos en libretas, ropa, stickers, y especialmente en páginas para colorear es cada vez más común.
De hecho, “my melody y kuromi para colorear” es una frase que constantemente aparece en búsquedas en Google, Pinterest y Etsy. ¿Por qué? Porque ofrecen una forma de mindfulness sencilla y adaptable.
Beneficios de colorear como adulto (sí, tú)
No es solo para niños. Desde hace unos años, los libros para colorear dirigidos a adultos se convirtieron en terapia antiestrés. Y funciona. Estudios han demostrado que colorear reduce la ansiedad, mejora la concentración y estimula la creatividad.
Ahora, si vas a tomarte ese tiempo para aflojar los hombros y olvidar el correo electrónico, ¿por qué no hacerlo con personajes que también provocan nostalgia o afinidad estética?
Es ahí donde my melody y kuromi para colorear se vuelven más que un pasatiempo: se convierten en un pequeño acto de autocuidado.
Ideas para usar las imágenes
¿Imprimiste varias páginas para colorear? Bien. Ahora, ¿qué hacer con ellas? Aquí van ideas más allá de simplemente quedarte con el papel relleno:
Deco de pared: Si usas papel grueso y marcadores vibrantes, pueden formar parte de una galería estética en tu cuarto o espacio de trabajo. Postales: Recórtalas y pégalos sobre cartulina. Súmale una frase dulce y listo, tenés un detalle personalizado. Actividad con niñxs: Ideal para tardes lluviosas o días sin escuela. Pueden crear marcapáginas, regalos para abuelos o incluso su propio cuaderno ilustrado. Bullet Journal o planner: Añade color y personalidad a tus tareas semanales.
Dónde conseguir dibujos de my melody y kuromi para colorear
Opciones sobran. Aquí te paso algunas prácticas:
- Pinterest: Es una mina de oro. Escribe “my melody y kuromi para colorear” y vas a encontrar cientos de plantillas, muchas en alta resolución.
- Sitios oficiales de Sanrio: De vez en cuando, lanzan contenido descargable gratuito. Vale la pena revisarlos.
- Etsy: Vendedores independientes ofrecen paquetes digitales. Aunque suelen tener costo, muchas veces ofrecen ilustraciones únicas o mejor resueltas que las gratuitas.
- Instagram y TikTok: Artistas comparten freebies ocasionales. Seguí hashtags como #kurokawaii, #sanriocoloringpages o #mymelodyart.
- Google Imágenes con filtro de uso: No cualquier imagen se puede usar legalmente. Activá filtros de “uso permitido” para hacerlo sin problemas.
Técnicas para colorear (más allá del crayón)
No te quedes con los lápices escolares. Hay muchos caminos para aprovechar tus dibujos:
Lápices acuarelables: Dan una textura suave y se pueden transformar con un pincel húmedo. Rotuladores de punta fina: Para detalles como ojos, contornos o bordes decorativos. Pasteles secos/panpastel: Para fondos suaves y sombreados. Marcadores de alcohol tipo Copic: Para artistas más avanzados o perfeccionistas. Dan un look profesional.
¿Coloreás con chicos? Usá crayones o lápices tipo jumbo. Son más resistentes y fáciles de sostener.
Separando sus estilos: ¿Cómo colorear a cada una?
Una de las claves para personalizar tus dibujos es entender la estética de cada personaje.
My Melody: Usa paletas suaves. Rosa claro, blanco, celeste pastel, lavanda. Complementos florales y fondos delicados tipo nubes o arcoíris combinan bien. Kuromi: Colores más oscuros. Negro, púrpura, gris, fucsia vibrante. Puedes jugar con estampados punk, estrellas, rayos o calaveras pequeñas en los fondos.
Combinar ambas en una misma página te permite explorar los contrastes. O también podés invertir los estilos para lograr efectos originales.
¿Por qué esta dupla sigue siendo tan popular?
Hay nostalgia, claro. Pero también hay algo más: la capacidad de representarse. Algunas personas se identifican más con la dulzura de My Melody, otras con el sarcasmo de Kuromi. Y muchas navegan entre ambas.
Eso se refleja también en redes, donde ambas inspiran fanarts, looks, y temáticas completas. Hoy, no es raro encontrar incluso cosplayers combinando ambas en un solo outfit.
Así que cuando abrís una página de my melody y kuromi para colorear, no solo estás eligiendo un pasatiempo. Estás eligiendo también una vibra, un mood, un pequeño espejo.
En resumen…
My Melody y Kuromi para colorear no se trata solo de entretenimiento visual. Es una puerta de entrada al autocuidado, a la creatividad sin juicio y a reconectar con tu mundo interno, sin importar la edad. La próxima vez que busques liberar la mente un rato, ya sabes por dónde empezar.


Head of Automotive Insights
